El Castillo

...de hecho tuvimos que dar la vuelta a la fortaleza que domina el Valle de Echo ya que el tal Acher no estaba para recibirnos.
Descubrimos maravillados la variedad de paisajes que rodean este farallon, desde un sombrio bosque canadiense, pasando por una exuberante primavera tardia hasta el colorado desierto que no lo es tanto, y cuando finalmente alcanzamos la puerta, o brecha como la llaman aqui, encaramada en los calizos muros, descubrimos que Acher se habia esfumado.
A donde fue no lo sabemos, quizas se escondiese en las mazmorras que asoman en el patio, o a lo mejor se estaba bañando en el rio.
Quien sabe.