No fue tan fácil como pensábamos hacer fotos en el puerto a donde llega desde Tailandia, Malasia e Indonesia todo el pescado que se come en Singapur. La primera vez que fuimos nos dijeron que hacia falta un permiso de la autoridad competente para poder hacer fotos dentro, y la verdad es que después de un año viviendo en Singapur nos sentimos un poco estupidos porque era predecible, aquí hace falta un permiso para todo, incluso para sacar fotos en el puerto, cuya entrada es como una frontera. Conseguir el permiso en cambio fue mas fácil de lo esperado, y una vez que tienes un papel escrito ya nadie se cuestiona nada así que a la 1 de la mañana nos plantamos allí, dejamos nuestros pasaportes y entramos al puerto.Había mucha gente haciendo un montón de cosas diferentes, clasificando gambas, pesando pescado, apilándolo, picando hielo, quitándoles la piel a las rayas que luego usan en Tailandia para hacer bolsos, partiendo peces en trozos para hacer 'fish curry', pero sobre todo había gente trasladando cosas de un lado a otro. Ah! y agua, mucho agua por todos los lados.
Fue una experiencia muy olorosa, tanto que la ropa necesito mas de un lavado para volver a oler a… ...a no oler. La cámara en cambio no puede pasar por la lavadora así que todavía tiene un tufillo a pescado cuando la acercamos a la nariz.
