Durante los ultimos 6 años, en los que hemos estado viviendo lejos de Gasteiz, la subida al Gorbea del 31 de Diciembre ha tenido un doble caracter.
Por un lado significa despedirse del año viejo (agradecidos o no de lo que nos trajo), de hacer recuento y mirar hacia delante. Pero por otro lado, y quizas mas importante, es el dia en el que nos reencontramos con algunos amigos que hicimos mientras trabajamos en Telepizza y que mantenemos desde entonces.
Asi que la despedida y el reencuentro se funden, ayudados por la espesa niebla que borra sus bordes, por ultima vez en esta ascension que marca tambien nuestra vuelta a casa.
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